sábado, 23 de abril de 2011

El tipo fue sindicalista de derecha en los setenta.

Su forma de mirar se contradice con el aire de gordito bonachón, peleado con la vida solo por no aguantar más a la mujer que eligió para compartir la vida. Su desdichada existencia encuentra momentos de felicidad: cuando le elogian el jardín, por ejemplo. Por momentos se olvida que esta en compañía de alguien, se relaja y automáticamente levanta el dedo índice.

Hoy es un buen ciudadano. Paga los impuestos, siempre le da monedas a los chicos de la calle, únicamente a los chicos, y le apasiona el debate político. Mira a los intelectualoides de la tele, se nutre de la agenda.

Es un buen ciudadano, si. Tiene conciencia ecológica, y alienta a los sobrinos a que estudien la carrera de asistente social. Luchen por sus sueños, les dice.

Final 1: No se pretende que este texto sea leído como literario. Es una simple descripción.

Final 2: _ Abuelo, ¿Por qué la gente duerme en la calle?

_ ¡Porque son unos vagos!

Final 3: “bajo tu cielo de raso trasnocha un pedazo de mi corazón” 

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